El porting es imprescindible para la industria de videojuegos actual. Aunque los exclusivos siguen teniendo relevancia, lo más habitual son los juegos multiplataforma. Muchos estudios intentan que su obra pueda disfrutarse en ordenadores, consolas y móviles para alcanzar el mayor público posible. Además, ayuda a diversificar las fuentes de ingresos y a visibilizar el juego gracias a la presencia en distintas plataformas.
Aun así, todavía se desconocen muchos detalles sobre cómo funciona el proceso de porting. Desde luego, es mucho más que “copiar y pegar” un juego de una plataforma a otra. El porting de videojuegos exige adaptar el material original a las características únicas de cada hardware. Una buena adaptación puede llevar varios meses, a veces incluso más de un año, en función del proyecto y las plataformas de origen/destino.
En Catness Games llevamos casi una década portando videojuegos a todas las plataformas. Hemos aprendido (a veces por las buenas, otras por las malas) que no es lo mismo contar con la potencia de un PC gaming que ajustarse a las limitaciones de Nintendo Switch para ganar portabilidad. Conocemos todos los detalles al respecto y por eso te contamos cómo funciona el porting de videojuegos.
- Análisis del proyecto
El primer paso para valorar los recursos y el tiempo que requerirá cada port es estudiar el proyecto al detalle. En esta fase se analiza todo: desde el código hasta el motor gráfico utilizado, pasando por los assets incluidos. Este repaso exhaustivo sirve para conocer el juego tanto como sus creadores. Así se puede determinar la complejidad del porting, anticipar problemas y valorar las necesidades de cada plataforma.
- Actualizar el código
Uno de los casos de porting más comunes es el de un juego relativamente antiguo que se relanza en plataformas actuales. Es lo que sucede con la mayoría de remasters, que no dejan de ser ports con un lavado de cara en lo visual.
El gran problema de estos proyectos es precisamente el paso del tiempo. Se desarrollaron con motores gráficos que ya están desfasados. Actualizarlos a las últimas versiones de Unity o Unreal Engine no es sencillo y puede requerir modificar (o incluso reescribir) determinadas partes del código.
Por suerte, el tiempo entre el lanzamiento original y sus respectivos ports se está reduciendo cada vez más. La diferencia de versiones ya no es tan grande y el trabajo de adaptación del código es menor. No obstante, eso no evita los retos inherentes a cada plataforma.
- Mejorar el rendimiento
Imagina un juego con un mundo abierto hiperrealista y cientos de horas de contenido. Se desarrolló originalmente para PC y las consolas más potentes del mercado. La potencia nunca fue un problema. Al menos hasta que el estudio consideró que sería positivo llevarlo a Nintendo Switch para aumentar las ventas. Al fin y al cabo, sobran las razones para portar tu videojuego a Switch (enlace).
Empiezan las dificultades. Tu juego requiere 8 GB de RAM y Switch apenas tiene 4 GB (y solo 3 GB realmente disponibles). Por más bonito que sea su apartado gráfico, a nadie le gusta jugar a 2 FPS. Ahí es donde entra el proceso de porting. Es posible conseguir un equilibrio entre calidad gráfica y rendimiento mediante ajustes en las texturas, la cantidad de elementos en pantalla o la distancia de dibujado.
Más allá de la potencia, hay otros aspectos técnicos a tener en cuenta. Por ejemplo, las consolas de nueva generación disponen de una CPU con varios núcleos que conviene mantener ocupados en todo momento para un rendimiento ideal. Cuestiones como esa demuestran que el análisis del proyecto es decisivo para identificar y solucionar los retos de cada plataforma.
- Cuidar los detalles
A estas alturas ya sabrás que cada plataforma es un mundo. Por ello, una parte imprescindible del porting consiste en exprimir las características que hacen único a cada dispositivo. PlayStation 5, Xbox Series X y Nintendo Switch son todas consolas, pero cada una es completamente distinta a la otra.
Un buen port a Switch intentará aprovechar el control con un solo Joy-Con, sobre todo los títulos cooperativos. En el porting a móviles, será necesario replantear los controles para una pantalla táctil sin botones. Y hablando de botones, cada plataforma tiene los suyos propios. Los buenos ports lo tienen en cuenta a la hora de plantear la interfaz, con iconos específicos de cada plataforma.
- Testing
Durante y después del proceso de porting, testear los cambios es básico. No basta con aplicar ajustes para mejorar el rendimiento o adaptar los controles. Todas esas modificaciones pueden dar pie a errores únicos en cada hardware. La guinda a un buen porting es un proceso de QA con el que certificar que todo funciona igual o mejor que en la versión original. ¿De qué sirve anunciar el estreno del juego en una nueva plataforma si esa versión va a trompicones? Es importante portear, pero no a cualquier precio.
- Externalizar es ganar
Tanto si no dispones de los kits de desarrollo de una o varias plataformas como si no cuentas con experiencia en el porting, lo mejor es externalizar el proceso. Ahorrarás tiempo, errores y dinero. Confía en Catness Games para el porting de videojuegos con Unreal Engine y llevaremos tu proyecto donde tú quieras. También podemos echarte una zarpa con el desarrollo del videojuego, el publishing y hasta la captura de movimientos. Contacta con nosotros y comprobarás que siempre vamos a port-odas.