Acciones que no han sido diseñadas por los desarrolladores, sino que surgen del propio jugador. Suelen ayudar a avanzar por zonas o a velocidades que no estaban previstas, por ejemplo. No son errores, sino posibilidades no contempladas por sus creadores. Son comunes en los mundos abiertos como Breath of the Wild, donde hay muchas formas de interactuar con el escenario y los enemigos.