Proceso de externalización en el que una compañía contrata a otra para llevar a cabo ciertas partes del proceso de creación de un videojuego. Puede darse por una cuestión de agilidad o porque no se disponen de las herramientas necesarias para ese trabajo. Por ejemplo, Catness Games es una empresa de outsourcing con casi una década de experiencia portando juegos para otros estudios.