Microsoft inició su andadura en la novena generación de consolas con dos modelos de Xbox. Por un lado, Series X. Es la versión más potente de este hardware, garantía de 4K y hasta 120 fps en los juegos optimizados para la máquina. Por otra parte, su hermana pequeña: Series S. Más compacta, su potencia no se queda atrás y posibilita jugar en alta resolución y hasta 120 fps a un precio tan ajustado como atractivo. En este caso, su catálogo es enteramente digital, dado que no tiene lector de discos físicos como sí ocurre con Series X. Ambas comparten ciertas características, como el Smart Delivery o el acceso a Game Pass Ultimate, una suscripción que te da acceso a una biblioteca casi infinita de juegos que se renuvan mes a mes. Desde su lanzamiento en noviembre de 2020, Xbox Series ha vendido 16,07 millones.